domingo, 2 de marzo de 2014

Los dientes siempre fuera.


Y soy pecadora y débil  y una puta de gustos caros en lo que a sentimientos se refiere.
Y ni me arrepiento ni voy a cambiar
porque a vosotros os parezca mal.
Si tengo que llorar lloro,si tengo que chupar chupo
y me paso por el balcón del escote
vuestras babas de hipócritas
con vuestras barajas de doble moral 
y vuestro rasero inmoral
de pretensiones ciegas y correosas.

Que a mi las miradas nunca me salen gratis,
más de una vez me ido sin lo puesto
y con un valle de heridas manejando mi latir.
No soy fácil ni lo quiero ser,
mi remedio está en calles lúbricas y amaneceres de cuchara,
donde quede algo que sentir,
donde pueda masticar a gusto mi cansada bondad perversa.

Os podéis reír, cansar o gastar saliva...
mi nombre ya no sirve
y a las manos que consuelo
ya se les desprende la carne...
de tanto barlovento salado
y tanta palabrería con sabor a nunca digo nada.
Tanto amor propio a los halagos que os condenan
y yo aún llorando mierda
en los portales de mi confianza y mi traición.
Pero sé que soy y que mi mala sangre
supera a mis alas de ángel...

Si sabes acercarte de frente
puede ser que salga el jugo de estrellas
y no la muerte que me llena las bragas.
Al final, todo depende
de que tus manos sueñen o solo vendan.

Soy un cara o cruz
de maniacas intenciones
y un mar que cambia tanto
como lo hace mi sonrisa y mi agonía.

Tanto y a la vez tan poco.

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