viernes, 25 de julio de 2014
Pluma y plomo.
Comprendo.
Y giro la cabeza.
Y es mentira.
Porque las estrellas que me vendo
son gaseosa de la mala.
Mártir de verbo.
Gigante de viento a manos
de Don quijote
y que su lanza me aspe
que la fantasía me haga real...
porque
yo ya no sé
si
la sangre
es mía
o de
mis ilusiones.
La sonrisa lamida
de un payaso hipócrita y asesino.
Normas de cartón
para esta vida rastrera y malvivida.
Vender mi cuerpo por Soma.
Que se hagan pasto de mi
el coro
de hienas que compiten
por quien lanza la risa
más alta
el desprecio
mejor afilado.
Y perder...
por sistema
por asco
por despojo.
Pasaré, pasarán
¿y qué quedará
de mi angustia?
Cien putas lineas
de mierda
y mi voz en una canción
de esas que solía gustarme
que solía salvarme.
¿Quién necesita la muerte?
Teniéndome a mi.
siendo yo
y la puta noche oscura del alma.
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Son las hojas que sueñan ser árbol.
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