domingo, 20 de octubre de 2013

De los estados de animo pegajosos.


Más de cien mil muertes avalan hoy mi vida.

Sentada en viejos cafés que fueron mi casa, sobornando a la piel para que no se erice, que no me recuerde lo viva que estaba y lo amortajada que me veo ahora. Pasan caras, abrigos... y las luces se van encendiendo en una ciudad que se prepara para dormir.
No sé muy bien en que momento dejé de volar...

La realidad me vende sin compasión en el mercado negro de los saldos y la edad pesa como una condena de hierro.Ahogar esta desesperanza en alcohol... no habrá bastante con el que cabe en dos planetas.
Hoy ni mis dedos quieren dejar a las palabras explicar tanto llanto...

1 comentario:

  1. Sara, you made it clear since your first post: writing is a ritual; each word, emotion; phrase, feeling; verse and revelation are driven by freedom, and carried out by your love for literature. Congratulations for your captivating blog.

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