Me juegas en la boca... Vas de lengua en cada norma no cumplida que es rincón en algún lugar casi inexplorado del que tú haces tu alimento cotidiano. Me presientes en tu esperma... Haces luces de los gemidos y juegas con manos de húmeda presencia. Habitaciones de ojos empañados y esa mirada que siempre me echas en cara. No se mirar a nadie como te miraba a ti, te susurraba siempre que el brillo me acogía como mala actriz. Me gastas la intersección entre las piernas... Tardes de complicados tarareos, complicidad de pocas horas y prisa contenida. Tabaco sin fumar, la ginebra que se calienta, tu boca esparciendo vestidos de saliva, jadeos de perdona pero no y no soy de esas, que te ganan en un asalto. Carne de cañón de blanca piel y ojos en celo. Me follas hasta en verso... Un día supe que eras más amor que escaso tócame y vete. Hueles como un verano de película y yo soy mujer de estío perdida de rodillas a los pies de mamadas que saben a lo mejor de un café... la espuma. Me restas hasta el miedo.
Va a tener que ser esta, la única y solemne despedida... y que este temblor no termine en miseria, por favor. Que de ti sé poco y casi todo me gusta, que no digo nada si no lo siento y a ti te he sentido y eso ni las facetas tristes van a hacerlo polvo. Que no siempre he sido tan borracha de unos besos y mi espalda no se eriza por cualquiera... Tal vez el mar era mi casa pero nadar se volvió anhelo y me dejé flotar. ¡Maldita pasión desconfigurada! Esos tacones de altura mediocre que de gangrena tejen visiones y conmueven al ladrón de medias. Desvisto con sal la decadente madrugada y a paso firme y fundido a púrpura que ya fue y nunca debió haber sido... o fue y era agonía ya su vuelo. Hundir barquitos en los que tu corazón aun boquea y no quiera la espina terminar a gritos en aquella garganta honda que va de luto en la procesión de las almas que desistieron. Te vas y te me vas yendo... pero ¿ qué importa? ya te tejí un cuarto lleno de abrazos en mi memoria. Y que te quede al menos la presunta certeza de que en otro precipicio, si que cogiste mi mano y no derrapaste... que me cogí de tu condenada espalda y fui feliz quizás un segundo.
Vas a estar muerto en unos meses, quizás sólo unos días. Porque ya no voy a colgarte mas carteles de adelante... la paciencia se perdió en los regueros de nunca. Mal cosidos, sueltos y amargados, como botones cosidos con prisa, como una verbena después de terminar la música... La parada de autobús mojada, un rumor de humo ya fumado y la soledad bebiéndose los restos de esta cerveza caliente. Y el vuelo de mi vestido de fiesta, rozando el lodo. No me quedan piedras alrededor para apagar esa maldita farola. Puestos a soñar, ya podía venir un vendaval, uno que arranque de cuajo este maldito corazón... ¡Ojalá un martes cualquiera deje de latir y se apague por fin esa farola!
Te quiero tanto como para no poder vivir sin tus palabras y a la vez tan poco como para dejar que seas arena, arena entre mis sienes... Y soltar a los caballos por la playa mientras fumo un cigarrillo que es el primero tras tu sonrisa y el último que me fumo amándote. La soledad nunca me deja sin cama. ¿Sabes? es la puta de la que lo aprendí todo y es fiel y una rastrera que se divierte cuando ve que no consigo que nadie,se quede para echarla. Podría ser triste pero en realidad sólo es cansino. No saber, o no querer saber que soy única en la batalla perdida que es mi regazo de sinsabores y derrotas de sangre muda. ¿A qué veneno le vendría mejor mi mano? Ya que lo que toco se pudre o huye... quizás debería asociarme a los estragos de una capsula de muerte. No hay nación ni imperio, no hay ruta de la seda,ni alacrán solitario... Las nubes de rotos que hacen escarcha la bondad que se me supone. Mis neuras y yo bailando un tango y esta vez soy yo quien lleva. No le temo a la muerte, pero ella sabe que si que temo lo que fríamente me ha de arrebatar. Y jugamos partidas absurdas, que creo ganar pero sé de más que están perdidas. No sé en que lugar de este gastado y arisco corazón está aquella promesa que nunca cumplí... Acero y pluma conjugando hábilmente la mentira de mi ser.
Que te sea leve el haberme olvidado ,que nunca sea un mal sabor para ti y ya arderé yo por ser tan imbécil como para no tenerte a mi lado. Y a la luna perfume de nunca y a tu boca cámara de alta percepción para que nunca pueda dejar de sentir que has sido tan único como para hacerme dudar . Volveré a soñar contigo, que es lo único que me queda.