lunes, 19 de agosto de 2013

Termitas II


Te gustaba tanto odiar que dejabas avenidas muertas a tu paso. Te volviste tan amargo como las vidas que odiabas. 


Por los espejos que no te reflejaban,había cien amaneceres que te hacían fuego.


Ser un vagabundo de ojos llenos,recorrer la ciudad a saltos,reinando entre contenedores... Ir a la vida por el camino tortuoso y ser el más virtuoso de los capitanes de la ruina.


Y cuando me dejas con la palabra en la boca,es cuando probablemente digo lo más importante.Por eso no eres capaz de decir nada sobre mi. Te quedas en la superficie y yo los tesoros los guardo en lo más oscuro de mis secretos.

Con cada vida, deberían dar un arma y un esquema a grandes rasgos de la miseria que te espera. Para decidir con conocimiento de causa.

Las pequeñas zonas de vacío que se extienden entre un pie y el otro. Son secciones de amplios apetitos que nos guían hacía las trampas más exquisitas.Haciendo alarde de esa genialidad que nos define.


Morder la piel de quien te quiere bien, sólo como muesca macabra que añadir a nuestra libreta de de ocasos.


Me contengo porque la vida me ata,aprieta el bozal y me obliga a sentarme, eso si, nunca doy la patita.


Vale más que juegue porque sino este tedio amarillo y espeso va a ser mi tumba. Si me dejo atrapar por la pereza y la desgana no volveré a mirarte.

Si tienes un sueño que quieres cumplir,ven,habla conmigo.Que hoy tengo dos por uno en hacer feliz al resto.

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