viernes, 9 de agosto de 2013

Termitas.




Tengo que aprender a bajar la mirada cuando sé que esta,no deja lugar a dudas. Sin esa lección, no vale de nada mi estudiada máscara impasible.


No puedo resistirme a tu boca mordisqueando ansiosa los pespuntes de mis sueños.


Esta oscuridad que me seca la boca no entiende de deseos malditos, equivocados y locos.
Me rodea celosa y sólo siento sus manos subiendo por mi espalda, secando también las ganas.


Qué es lo que te pasa?Pareciera como si hubieses estado observando estrellas desde el inicio. Tienes aspecto de volver a la vida después de un largo exilio. Déjame que te caliente las manos y vista tu aliento de este fuego que aun sigue despierto.


Creía haber dejado la adolescencia en paz, detrás de aquella cortina. No es cierto. Me sorprendo vistiendo deseos antiguos y me inquieto por escenas que llenan de fiebre mi ansia. Tengo delirios de sexo salvaje y sin darme cuenta vuelvo a escenas que hacía tiempo no imaginaba. No sólo me gusta este traslado al pasado,además me siento viva.


Sin ti la muerte es tan cierta como que estoy viva. No te acerques más a mi con condescendencia. No soporto que me trates como a una niña. No me quema sin ti este ocaso. Si vas a volver déjate la navaja en casa,si vas a venir traete un nuevo mapa, el viejo esta gastado.


Tendría que pasar todas esta páginas que se acumulan,pero ¡me siento tan arropada entre ellas!.


Entre todos mis errores tú eres el que más me cuesta reconocer.


Regresas y ya no te esperaba. Arrasaste mi existencia dejando en cada agujero un pedazo de tu miseria. Y ahora¿qué esperas, qué te voy a dar?.No me  he recluido sólo porque he tomado tu amargo café tantas, tantas veces que ya no me hace efecto. Regresas y ya no me importa.


La vida es un largo cable tendido entre dos puntos. Hay un momento en el que recorrida la mitad del camino uno no sabe muy bien si continuar o dar marcha atrás para recuperar lo que quede.




No hay comentarios:

Publicar un comentario