Bocabajo y sedienta.
Sin más mantel
que unas hojas infectadas
con algún néctar tardío.
Y ando a trompicones,
mordiendo las aceras,
vituperando a la alegría
y volviéndome a escapar
de la mano
de mi delirio.
Contener la furia
arrancar las putas raíces...
Colgada de nunca,
con las lagrimas en todo,
con la vida estrechándome
las horas.
No voy a pelear
por nada.
Es curioso cómo a veces es otra persona quien puede describir con todo detalle lo que tú misma sientes.
ResponderEliminarSi y a veces incluso mucho mejor que uno mismo...
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