Cicatrices que agonizan.

Halagos baratos los tengo hasta la nausea 
así que o me dices algo nuevo o mejor cierras la boca,
que soy mayor para ir de gatos
y me faltan dos veranos para afrontar tu miseria.

Te crees que puedes controlar mis pasos
y yo hace rato que me fui a beber sin vaso,
los besos que merecen mis desvelos,
así que no vayas de duro...

Y puede que me sobre vicio ,
pero al menos no me quedo arrancando corazones
que ni siquiera son míos ,
me voy con el mío a desanclar temores .

Podías haber sido mil canciones
y te quedaste sólo en amargas resacas ,
whisky del malo
y cuatro o cinco revolcones .

Te gustaba yo y medio universo .
Perdona que te diga,pero no soy tan poca cosa ...
Guárdate tu polla
para las que quieran sólo un mal verso
y tres rayas de propina .

Con el mar y cien papeles
a mi me vale para romper el cielo ,
no necesito lacayos , ni mal gusto al despertar.
Vete con tu esplendor mentiroso
a dejar cadáveres en el paladar de tu desidia .

Yo ya no existo , que si me voy , ya nunca vuelvo .
Te dejé el corazón hasta que pude ,
no  me vengas ahora con reproches ,
ni mucho menos con lágrimas , que las cazo al vuelo
y me las sirvo en el desayuno como si fueran cristales .

No supiste ver lo que perdías
y después de tanto tiempo ,
lo único que recuerdo , es tu mano levantada ,
tu aliento seco y las ostias que te dieron .

Que el fracaso no fui yo , fueron tus celos.
Nadie dijo que mi meta fuera para siempre ,
sólo dije si ,hasta que cayeron las vendas ,
y vi sólo lo que eras,un iluminado de los saqueos...

Sólo espero que el tiempo te niegue el olvido ,
que sangres hasta que me devuelvas las noches .
! Ojalá nunca duermas entre otros brazos !
que sea yo sólo la que pago la mordida
y nadie pagué por mi cobardía .

Aun sabiendo de tu ceguera y tus excesos ,
perdoné por última vez
y eso me hace sentir el peso
de la conciencia sucia , de no haberte dado el palo,
que buscabas con tus manos, con tus ojos.

Las leyendas han pasado , yo sigo viva,
tú , ¿ en que cuneta te has perdido ?
Ya escupí el rencor y al mal que te deseo,
le van fallando las muletas.

No te odio , que se parece demasiado a quererte.